¿Qué significan las tarjetas amarillas y rojas en el fútbol?
No hay muchos partidos de fútbol en los que al menos un jugador no reciba una tarjeta roja o amarilla en algún momento del encuentro. Muchas personas dan por sentado que las tarjetas rojas o amarillas, que el árbitro emite para castigar y advertir de faltas, siempre han sido una característica del juego.
Sin embargo, en realidad son un fenómeno mucho más reciente y, para entender lo que significan, es útil saber por qué se introdujeron.
El origen de las tarjetas rojas y amarillas
Las tarjetas rojas y amarillas fueron inventadas en 1966 por Ken Aston, responsable de supervisar a los árbitros en la Copa Mundial de ese año. Con la variedad de idiomas que se hablaban en el Mundial, Aston vio varios casos en los que no siempre quedaba claro, tanto para los jugadores como para los espectadores, qué decisión estaba tomando el árbitro durante el partido.
Fue entonces cuando ideó el sistema de tarjetas codificadas por colores que conocemos hoy en día. Su sistema se utilizó por primera vez en la Copa Mundial de 1970 y ahora se emplea en todo el fútbol y en muchos otros deportes.
¿Qué significa una tarjeta amarilla en el fútbol?
En el fútbol, una tarjeta amarilla es una amonestación. Se impone a un jugador que ha cometido una falta u otra infracción grave. Hay un total de seis infracciones que pueden conllevar una tarjeta amarilla, entre las que se incluyen:
Conducta antideportiva
Puede tratarse de un amplio número de acciones o tipos de conducta que no se consideran deportivas. Por ejemplo, intentar engañar al árbitro "zambulléndose" o celebrar un gol de forma exagerada o extravagante.
Disentimiento por acción o palabra
El árbitro debe tener plena autoridad en el terreno de juego, por lo que todo lo que desafíe esta autoridad puede considerarse desacuerdo. Ejemplos de ello pueden ser comentarios excesivamente fuertes hacia un árbitro o la congregación de varios jugadores alrededor de un árbitro en desacuerdo con una decisión.
Infracción continuada de las reglas
Es comprensible que durante un partido de fútbol se produzca algún tipo de infracción del reglamento. Sin embargo, si se considera que un jugador lo hace de manera persistente, el árbitro le mostrará una tarjeta amarilla.
Retrasar la reanudación del juego
También conocida como pérdida de tiempo. Puede consistir en que un jugador se tome un tiempo excesivo para lanzar un tiro libre o incluso lanzarlo deliberadamente desde una posición incorrecta, sabiendo que el árbitro ordenará que se ejecute de nuevo.
No colocarse a la distancia requerida
Los jugadores adversarios deberán colocarse a 10 metros del balón en un tiro libre o un saque de esquina. Si no lo hacen después de haber sido advertidos, pueden recibir una tarjeta amarilla gratuita.
Entrar o volver a entrar en el terreno de juego
Una vez que el partido esté en curso, los jugadores no podrán entrar o reingresar en el terreno de juego ni abandonarlo deliberadamente sin el permiso expreso del árbitro. En caso contrario, se sancionará automáticamente con tarjeta amarilla.
¿Qué significa una tarjeta roja en el fútbol?
Una tarjeta roja en el fútbol significa dos cosas cuando se muestra a un jugador. En primer lugar, que ha cometido una falta grave o una falta grave de otro tipo. En segundo lugar, tendrá que abandonar el terreno de juego inmediatamente. Existen cinco motivos principales para mostrar una tarjeta roja, a saber:
Juego brusco grave
Lo que constituye juego brusco grave es algo subjetivo y depende en última instancia del juicio del árbitro. Los ejemplos pueden incluir acciones como entradas con los dos pies y cualquier otra actividad que pueda poner en peligro la seguridad de otro jugador.
Escupir y lenguaje abusivo
Escupir es casi siempre una tarjeta roja directa y el lenguaje abusivo también se trata con dureza. Esto puede incluir insultos o comentarios que puedan considerarse racistas u ofensivos de cualquier otra forma.
Violencia
Todo acto violento, como dar patadas, puñetazos, codazos, rodillazos o cualquier otro tipo de agresión a un adversario, se sancionará casi siempre con tarjeta roja.
Falta deliberada
Cuando un atacante tiene una clara ocasión de gol y comete una falta deliberada para impedir el gol, se le mostrará automáticamente la tarjeta roja. Este es también el caso de utilizar intencionadamente las manos o los brazos para bloquear un intento de gol.
Recibir dos tarjetas amarillas
En el fútbol, dos tarjetas amarillas equivalen a una tarjeta roja. Por tanto, si un jugador comete dos faltas merecedoras de tarjeta amarilla por cada una de ellas, se le mostrará automáticamente una roja y deberá abandonar el terreno de juego.
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